ERA II, ‘espacio de tierra donde se trillan las mieses’, del lat. ARĔA ‘solar sin edificar’, ‘era’.
1.ª doc.: eira, doc. de Palencia, 938; era, doc. de Cardeña, 950 (Oelschl.).
DERIV.
Alera, vid. arriba. Arel, ‘especie de criba grande de que se usa en algunas partes de Castilla la Nueva para cribar el trigo en la era’ [Acad. ya 1843], tomado del cat. erer íd. (o procedente de la parte del Alto Aragón donde el sufijo -ARIUM da -er, pero el cambio de e pretónica en a y el de -er en -el es típico de los catalanismos); arelar 2. Ero ant. [eiro, 1018; ero, 1109, Oelschl.]3. Eruela [Acad. 1899, no 1843]. Erío, adjetivo que se aplica a la tierra sin cultivar [Acad. ya 1843], propiamente ‘descampado o sin vegetación, a modo de era’; ería ‘yermo, despoblado’ [Berceo, S. Dom., 378; Duelo, 20; J. Ruiz, 335, 1489d]4, hoy en Asturias ‘terreno amojonado y parcelado, labrantío, en todo o en parte’ (R, s. v. eria y derrota), ‘íd. dedicado por lo común a una misma clase de cultivo y cerrado bajo una linde’ (V); como se ve por estas definiciones y por el pasaje de las Ordenanzas de Ávila, lo esencial no es la idea de aridez, sino la de espacio libre; de ahí los derivados eriazo [1575, Fr. J. Román, en Aut., que lo da como desusado] ―hoy liriado ‘terreno en año de descanso’ en Malpartida de Plasencia (Espinosa, Arc. Dial., 82), con aglutinación del artículo y evolución fonética normal en el dialecto―, y erial ‘tierra sin cultivar’ [J. Ruiz, 747c; 1475, G. de Segovia, p. 64; h. 1480, Pr. Íñigo de Mendoza, en todos ellos como trisílabo, según corresponde al derivado de voz en -ío, aunque después se ha hecho bisílabo; Cej. V, § 81; como adj. en el ms. tardío (S. XV) de Calila, ed. Rivad., pero no en Allen]5. Otro derivado paralelo es el adjetivo asturiano arizal ‘erial, pedregoso’ (Rato), derivado de un *erizo. Erar ‘formar eras en los huertos’ [Aut.]. Port. eirado ‘terrado, azotea de una casa’ [S. XVI, Freire, en Moraes], gall. íd. ‘plazuela’, ‘galería’ (Eladio Rdz.), ‘la paja tendida en la era para ser majada o trillada’ (Vall.), ya en documentos pontevedreses de 1484, 1503, 1509, donde parece tratarse de la 2.ª (o la 1.ª o 3.ª) de estas acs. gallegas (Sarm. CaG. 179r, 173r, 179v: «vay ao longo por parede do eirado, praza e terretorio que está cabo dela e topa con seu outon», 1509: será la segunda).
Cultismos: área [1600, Sigüenza], y su diminutivo aréola; areolar.
1 Se ha dicho que los retrocesos de acento en hiato, cuando la primera vocal es más abierta que la segunda, no se produœn popularmente en Andalucía, pero esto no parece verificarse en la zona gaditana, donde el propio Giese anotó ࿉úȳya < rodilla, y en otras partes de su libro ࿉éଖna < reyina (p. 189), ࿉óଖyo < rodillo (pp. 195, 197), alicáyo < alicaído, y otros ejs. reunidos en las pp. 223-4 (p. ej., granadino gláଖya < gradilla). Una observación en el mismo sentido, si bien con material más objetable, por fundarse sólo en el cuento de sílabas en coplas populares, publicó ya Toro Gisbert en La Prensa de B. A., 1939.― ↩
2 En todo el Alto Aragón se dice hoy aral: Casacuberta, BDC XXIV, s. v.; Krüger, Misc. Alcover, 520; Elcock, AORBB VIII, 133; Kuhn, RLiR XI, 187, ZRPh. LV, 583; Bergmann, Grenzgebiet, 69. ¿Será errata por aral la forma académica? Quizá no, pues el cat. erer es también palabra bien conocida en todo su territorio lingüístico, y la variante arer se documenta como valenciana en Sanelo (junto a erer) y ya en Jaime Roig, v. 539; será palabra de la Mancha y procedente de Valencia más que de Aragón. Por lo demás, el étimo AREA, admitido comúnmente (Krüger, etc.), ofrece dificultades fonéticas (nótese la falta de diptongo radical en la forma occitana erie(r), documentada ya en 1365 por Pansier y hoy en el Aveyron); trataré de esto en mi DECat.― ↩
3 Es probable que aquí se confundiera el lat. AGER, AGRզ, ‘campo’, con el derivado masculino de era, que tenemos indudablemente en el ast. eru ‘era’ (R) y en el arag. ero ‘tablar de huerta’, pues el significado es siempre ‘campo labrado’ en la Edad Media, como indica A. Castro, RFE V, 28, y contra lo que afirma M-L., Litbl. XLII, 42-43 (aun en J. Ruiz ―V. los ejs.―, y en los Castigos de D. Sancho, ed. Rey, 197: «da Dios trigo en el tu ero, guárdete Dios de mal compañero»); más ejs. en Pietsch, RFE X, 183-4; el ast. eru también significa ‘heredad’ (V). El tratamiento popular de AGR sería realmente ér, a juzgar por ENTERO y por el port. cheirar FLAGRARE. Sin embargo, el significado de erío y erial (de cuyo origen difícilmente puede dudarse en vista del gasc. airiau ‘patio’) prueba que también AREA podía dar un vocablo como ero, por lo cual quizá sea preferible no postular la superviveneia popular de AGER en castellano, tanto más cuanto que muchas de las formas romances que se atribuyen a este étimo son también equívocas (REW, s. v.) y otras serán cultismos. Un caso de ero ‘campo’ que figura en dos versos de una sola de las Ctgs. («o lavrador foi chegar do ero» 178.21 y 27) sólo interesa como documentación del vocablo castellano, pues en gallego genuino tendría que haber dado en todo caso eiro, lo mismo si el punto de partida fué AGER que si fué AREA.― ↩
4 Hablando de las ovejas que coge el lobo: «vi como las degollava en aquellas erías», rimando en -ía. En el segundo pasaje se hace sinónimo de ‘campo, tierra, paraje’: «es ligero, valiente, byen mançebo de días... / tal ome qual yo digo non es en todas erías». Claro está que no puede ser ‘tiempo, lugar’, derivado de ERA I, como pretende Sánchez. Otro ej. figura en Seb. de Horozco, med. S. XVI, Refranes Glosados: «Ni el pescado en ell ería,/ni en el agua el animal,/pero carne, carne cría,/y peces el agua fría/y esto es cosa natural» (BRAE III, 593; no es lícito enmendar en tierra cría, según quiere Cotarelo, puesto que la misma voz aparecería rimando consigo misma). Otro en las Ordenanzas de Ávila, donde se prohibe pacer «en las herías e rastrojos de pan segado» (BRAE XVI, 642).― ↩
5 Es arbitrario, como ya notaron M. L. Wagner, Litbl. XLVIII, 278, y Krüger, VKR VIII, 361, derivar de ARէDUS, según hizo G. de Diego, Contr., § 52. Una de dos: o lo más antiguo es erial, de donde erío, ería, serían regresiones ―y entonces esperaríamos *ardal como resultado de ARIDUS―, o lo son ería y erío, según indican los datos filológicos, y entonces ARIDUS es del todo inconcebible fonéticamente. Claro que la forma ereal de Soria, que hizo impresión al Sr. G. de Diego, es ultracorrección aldeana. En cuanto a areal (Soria) o arial (Cespedosa: RFE XV, 137, 269), se deben al influjo combinado de la r y de la posición inicial. Un vocablo análogo, eriau, erial, iriau, airiau ‘patio de una casa de campo’, corre en el Bearne, Landas y Gers, pero no puede ser simplemente AREALIS, como dice Lucas-Beyer, VKR XII, 193, sino probablemente AREA + -IVUS + -ALIS, como en castellano. ↩